MARI-REME RICO (-6/6/2011)
06/06/2011 - Mari-Reme RICO, nos ha dejado.
Sencillamente, una gran señora.
Mis condolencias a las familias Carrasco/ Rico.
El circo español está de luto y todos lloramos la pérdida irreparable de Mari-Reme, "alma" de la "Familia Popey". Descanse en paz.
Oportunamente anunciaré el día, la fecha y el lugar donde se oficiará una misa en su memoria.
Mari-Reme con su inseparable acordeón ....
"Familia Popey" .... "Premio Nacional de Circo de España 2009"
http://www.europapress.es/cultura/noticia-familia-popey-premio-nacional-circo-2009-20091127162840.html
... si los ojos son realmente el espejo del alma, los de Mari-Reme lo confirman. Hija, esposa y madre ejemplar y amiga de sus amigos, los cuales siempre la recordaremos.
Muchos recuerdos en esta foto hecha en el vestíbulo del "Benidorm Circus" ....
27-11-2009
TRÍO DE PAYASOS MUSICALES CLÁSICOS
La Familia Popey, Premio Nacional de Circo 2009
La Familia Popey ha obtenido el Premio Nacional de Circo correspondiente a 2009. El jurado le ha concedido esta distinción por mayoría "por la recuperación del trío de payasos musicales clásicos, su compromiso inquebrantable con el circo y por el mantenimiento de una tradición que se remonta a tres generaciones".
El Premio, dotado con 30.000 euros, lo concede anualmente el Ministerio de Cultura para reconocer la actividad de los profesionales españoles del circo tanto en España como en el extranjero.
La familia Popey son los descendientes del célebre payaso José Carrasco González, Popey, nacido en Isla Cristina en 1926, que trabajó desde los catorce años en el circo, como sus hermanos Diego y José Luis. Su trayectoria estuvo muy vinculada al Circo Americano y fue premio Nacional de Circo.
El Gran Popey, mencionado en los estudios sobre Historia del Circo como ejemplo en los papeles de augusto, falleció en 1982 y su hijo, asumió el nombre de Popey Junior.
José Carrasco Paredes, Popey Junior, nació en Madrid el 24 de Diciembre de 1962, comenzó a actuar como augusto a la edad de 17 años y desde entonces, formando pareja con diferentes "carablancas" ha recorrido incesantemente la geografía de nuestro país, actuando como presentador y pareja de payasos en los principales circos de España: Circo Atlas, Circo de Angel Cristo, Circo Mundial, Circo Cardenal, Circo América, Circo Teresa Rabal Circo Holiday, Circo Americano y un largo etc.
En 1985 se casó con la antipodista y acordeonista Remedios Rico, hija y hermana de payasos y propietarios del Circo América, en el que José Carrasco trabajo junto a su esposa durante 15 años.
José Carrasco y Remedios Rico forman con sus tres hijos La Familia Popey.
Sus hijos, José (1988) magoy carablanca; Johnatan (1989) Jonny Rico, malabarista y augusto; y Desiré (1992) sintieron desde niños la llamada del circo y compartieron los estudios con ensayos y practicas en diferentes disciplinas, siendo actualmente artistas consagrados en diferentes artes circenses, y formando junto a sus padres un moderno y a la vez clásico quinteto de payasos, que ha recuperado el arte de los payasos parodistas musicales, casi extinguido en España.
Estos hijos y nietos de "El Gran Popey", estirpe de artistas de circo españoles, de segunda y tercera generación, conocidos y apreciados en todos los ámbitos circenses, han sido merecedores, por su vocación, dedicación y profesionalidad, del Premio Nacional de Circo 2009, según informa el Ministerio de Cultura.
El jurado, presidido por el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, Félix Palomero, con la vicepresidencia de la subdirectora general de Teatro, Cristina Santolaria, ha estado integrado por Yolanda Castilla Galdós, Marta Oliveres Tortosa, Louisa Raluy Rastall, Ricardo Beléndez Gil, Joan Montanyès Martínez, y un representante del Circo Gran Fele, galardonado en la edición anterior.
11/06/2011 - HOY; Misa en Santander en memoria de Mari-Reme Rico
Hoy sábado día 11 de Junio a las 18,30 h. se celebrará una misa en memoria de Mari-Reme Rico.
En la Iglesia Parroquial de San Pedro del barrio de Monte en Santander , un grupo de aficionados al circo y amigos de la Familia Popey, han preparado un sencillo acto para honrar la memoria de la gran artista y mejor persona que recientemente nos ha dejado.
La noticia me ha sido comunicada por Manuel Centeno y Juan José Escobedo.
Desde Tarragona, estaré de corazón con todos vosotros .....
"Enrico"
21/06/2011 - HOY: Misa en memoria de Mari-Reme RICO en TORRES DE LA ALAMEDA (Madrid)
Hoy MARTES 21 de JUNIO, a las 20,00 h. se celebrará una misa en memoria de Mari-Reme.
En la Iglesia de la Asunción en TORRES DE LA ALAMEDA (provincia de Madrid).
web oficial de Torres de la Alameda
http://www.torresdelaalameda.es/torresdelaalameda/opencms/site/web/conoce_el_pueblo/planifica_tu_viaje/como_llegar/?comboIdiomas=spanish
Agradezco a los amigos de Santander que organizaron una misa en memoria de Mari-Reme Rico, el envío de esta fotografía, que ya forma parte de mi amplio archivo.
WWW.PAYASOENRICO.COM
14/03/2011 - ALBACETE: Nuevas fotos .... "Familia Popey"
Desy; "Familia Popey"
323 fotos de la “Muestra de Jóvenes ....” de Albacete (“Teatro Circo”)
Las 16 últimas de Desy & Johnny “Popey” / Carrasco Rico.
http://www.payasoenrico.com/galeria/thumbnails.php?album=174
Inicio > ALBACETE: "Muestra de Jóvenes Promesas del Circo" - Álbum dedicado a la Sra. Dña. Luísa BARTOLOMÉ GARCÍA; abuela materna de Desy; Joseph y Johnny Carrasco Rico.
ALBACETE: "Muestra de Jóvenes Promesas del Circo" - Álbum dedicado a la Sra. Dña. Luísa BARTOLOMÉ GARCÍA; abuela materna de Desy; Joseph y Johnny Carrasco Rico. TÍTULO +
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"Teatro Circo" 24 al 27 de Febrero de 2011 Todas la fotos de este álbum se pueden reproducir haciendo constar la procedencia y el nombre del autor. Procedencia: www.payasoenrico.com. Autor: Payaso Enrico --------------------------------------------------- La dedicatoria de este álbum también la hago extensiva a los abuelos y padres de los artistas participantes en el evento. Mi agradecimiento a todas cuantas personas han hecho posible este trabajo. (cámara utilizada: NIKON 3100 (18/55 mm. y 70/300 mm.)
mañana más ...
Johnny; "Familia Popey"
"Popey Junior" (José Carrasco Paredes)... hijo del inolvidable, "Gran Popey"
19-9-1955 HOJA DEL LUNES
PERFILES CIRCENSES
EXODO INEVITABLE
La falta de un núcleo de afición suficiente determina no tan sólo la posibilidad de contratar a los números más famosos internacionales, sino incluso la de retener a los artistas españoles que, por su talento en la profesión, merecen los máximos honores y las mejores recompensas.
Muchos son, en cualquiera de las especialidades circenses, a veces totalmente desconocidos en su país, que han hallado en el extranjero la fama y la posición. Es inútil tentar a tales artistas con un contrato para España, necesariamente breve y mal retribuido. En el extranjero han adquirido, incluso socialmente, un gran relieve, y no pueden sentir apetencia alguna para volver a la patria.
Circuncribiéndonos unicamente a los payasos, hallamos a un gran número de artistas que mantienen, lejos de la patria española, a veces desde hace muchos años, su cartel. Pompoff y Teddy, por ejemplo, después de recorrer toda Iberoamérica, trabajan actualmente en Nueva York, con resultados clamorosos. Los Hermanos Cape se han instalado en Cuba, y triunfan, con el éxito más lisonjero, en la televisión. Los Moreno se hallan en Hispanoamérica, en donde gozan de gran prestigio. Gaby, Fofó y Emilín, sobrinos de Pompoff y Teddy, inéditos en España, poseen, en Cuba, circo de propiedad, y se han acreditado como unos excelentes cómicos.
Los Rudy-Llata se hallan en Francia, después de haber trabajado durante muchos años en Alemania. Los Hermanos Muñoz se exhiben actualmente en ese país; los Pajares, en Portugal. Sobre el rotundo éxito internacional de los Andreu no es necesario insistir.
Como payasos destacados quedan en España los Alava, los Hermanos Tonetti y Pery y Popey. Estos artistas no dejarán, tan pronto como puedan, de levantar el vuelo. Emy, Goty y Cañamón, por ejemplo, partirán hacia Colombia el próximo invierno, para donde han firmado un excelente contrato.
El éxodo de los payasos españoles, al igual que el de otros circenses que, por falta de ambiente, no han sido profetas en su tierra, tiene forzosamente que continuar, a pesar de la nostalgia de los pocos que conservan viva la afición circense.
JORGE ELIAS
28-10-1955 EL MUNDO DE PORTIVO
PRESENTACIÓN DEL CIRCO AMERICANO
El pasado miércoles se presentó, en la plaza de toros Monumental, el Circo Americano, procedido por un gran ditirambo publicitario. La expectación producida por los preparativos corresponde, plenamente, con la calidad del espectáculo. El pleno fué completo, y el público salió satisfechísimo de los múltiples números del programa, todos ellos manteniendo un tono dignísimo.
Casi todas las razas humanas, de acuerdo a lo anunciado, habrán quedado citadas en la manifestación circense. Los Sioux Melencias, indios del Canadá, deleitaron con sus ejercicios de látigo y lazo y con sus alardes de puntería con cuchillos sobre un blanco humano móvil. Los Arizonas, indios del Colorado, dieron su sesión de malabares, con hachas y antorchas, complicándola con equilibrios sobre la frente o el dedo. Los japoneses Savadas, además de su número de antipodismo, llevaron a término la ascensión a pie de un cable oblicuo, con el descenso vertiginoso sin protección alguna. Los chinos Chin-Bao-Guy, con una suntuosidad en el atuendo y en la presentación, mostraron las diversas facetas de su talento, entre las que destacan los equilibrios colectivos de platillos rodando sobre el bambú, complicados con contorsiones y vueltas; los ejercicios en escalera libre, sostenida por el antipodista; la manifestación de fuerza capilar, colgando en balanceo por la mata de cabello, y series de saltos, incluso por los artistas infantiles, salvando el obstáculo de una gran bandera agitada.
Los números atléticos y de saltos no son escasos en el programa. Los excéntricos Pep Bros, disimularon con la caricatura las dificultades de las cascadas, de la contorsión y de la acrobacia. The Duxis, acróbatas y saltadores también humorísticos, demostraron, con un leve accidente ocurrido a uno de ellos, que la sesión ridícula del trabajo muscular es, generalmente, por su rapidez y por su inverisimilitud, más dificil que el trabajo serio. Four Castor’s, antipodistas, además de su habilidad con los pies para jugar con los diversos objetos, pusieron de relieve el virtuosismo del volteador humano, muy joven, y también el dominio de los ejercicios mano a mano. Les Canova, olímpicos equilibristas, dieron un recital completo de los recursos de las fuerzas combinadas, con el truco final del equilibrio de cabeza sobre la percha sostenida por el brazo del portor.
Dam Bros, por su parte, resolvieron sin fallo alguno los problemas de equilibrio sobre el monociclo, culminando con los viajes de la rueda única sobre el alambre, con el ágil sobre los hombros del ciclista o en equilibrio de cabeza.
Sicky, además de los malabares con los sombreros y cajas reveló su destreza única con los seis platos y tazas, amén de la cucharita y del terrón de azúcar, lanzados consecutivamente desde la punta de su zapato a la cabeza sobre la que forman una columna segura. Como truco inédito lanzó con el pie una cucharita que fué a ponerse sobre la frente.
Los Rándols, sin red protectora, ejecutaron, desde lo alto de la tienda, sus ejercicios espeluznantes, basados en ejercicios en las anillas o en el bambú suspendido del cuello del portor, o en la suspensión dental o de dos pies y uno y turbillón. La emoción del trabajo reside, principalmente, en que los artistas, pendientes de la banqueta del portor, ruedan vertiginosamente en gran vuelo, empujados por el motor de un cohete.
Los animales y fieras, tienen, en el programa, una brillante representación. Las dos focas de madame Danion, aparte de sus notables ejercicios de equilibrios sobre el hocico, suben y bajan escaleras, e incluso entonan con toda precisión, una melodía soplando en un aparato musical.
Tres tigres, una pantera, dos leopardos y dos pumas, dirigidos por el domador Matrosoff, revelan, encerrados conjuntamente en la jaula, una docilidad increible que les convierte por la autoridad humana en aparentes animalitos domésticos. Sadek, por su cuenta, con los cinco leones salvajes, da la versión, a través de saltos y de equilibrios, del trabajo en ferocidad.
Pery y Popey, payasos españoles, han vuelto a Barcelona con su humor fresco y matizado, tan próximo a nuestra sensibilidad. A base de un repertorio nuevo de entradas verbales ágiles e intensas, han dado pruebas, una vez más, junto con su capacidad musical, de su excepcional calidad de mímicos. Las parodias, llevadas a término por Popey, de Charlot y Pepe Blanco, son definitivas.
Completan el programa los augustos de “soirée”, un número de fútbol canino, aportador de algarabía, y las Pallazzo Sisters, acordionistas notabilísimas. Los juegos de agua, como telón de fondo a la exhibición musical, merecieron, al igual que todos los números circenses, entusiastas aplausos. JORGE ELIAS
31-10-1955 EL MUNDO DEPORTIVO
EL CIRCO ACTUALIZADO
PERY Y POPEY
Cuando tenía diecisiete años, Pery, o sea Pedro Ortega (de Pedro, Perico, Pery), estudiaba el quinto curso de violín en el Conservatorio de Madrid, ciudad en la que había nacido. Tenía como condiscípulos, a los hijos de Pompoff y Thedy, los cuales le hicieron despertar la afición circense, inédita en su familia. Desde aquella fecha, o sea, hace ya veinticinco años, Pery trabaja en el circo, siempre pintado de blanco, o sea haciendo el “clown”.
Hace tres años, Pery, que había trabajado anteriormente con Tonetti, se unió con Popey, antes llamado Pompey, o sea José Carrasco. Popey, hijo de Cadiz, participó, en su ciudad natal, en un concurso de variedades, del que fue, con un premio de quince duros, proclamado vencedor. Supuso, estimulado por el éxito, que su gracia verbal y mímica podrían alcanzar una mayor proyección, y se enroló, sin pensarlo dos veces, en un teatro ambulante, haciendo de intermediario, lo que le valió para llegar rápidamente a augusto circense.
Pery y Popey, componen una pareja de payasos, habladores y musicales, de primer orden. La valía de Pery, la elegancia de porte y su distinción sin énfasis, solo resultan captables, en su totalidad, haciendo la comparación con otros payasos blancos de menos rigor artístico. La elegancia de la presentación coincide, afortunadamente, con una superior elegancia íntima, insobornable. No tan solo su trabajo está desprovisto del fárrago verbal tan corriente en otros enharinados, sino que, como el de Popey, se halla en las antípodas de las libertades procaces o chabacanas e incluso de las ventajas que podrían darle la nota política, los hechos de actualidad o los chistes de dominio común.
Popey, por su parte, se produce con la naturalidad y la gracia de quien se expresa, con la típica fecundidad andaluza, ante un pequeño grupo de amigos. No interpreta, contrariamente a la tradición, al augusto de pocos alcances, lento y descomunal, sino al rústico ingenioso que sabe aprovechar, con eficacia, los recursos de los acontecimientos cotidianos más insignificantes. Popey, creador generalmente de sus propias entradas, es el augusto ágil, alejado del trabajo de precisión, que siempre da la impresión, inagotable y en forma, de improvisar, aprovechando así en la pista la trayectoria de sus dotes temperamentales.
Pery y Popey, no tan sólo son unos excelentes cómicos habladores, sino que destacan, igualmente, en sus entradas musicales. Pery, con el violín y el saxofón alto y el trombón, demuestra estos días, durante su actuación en el Circo Americano, su plena capacidad de músico. Además de los instrumentos indicados, ambos dominan la guitarra y la concertina.
JORGE ELIAS
31-10-1955 HOJA DEL LUNES
PERFILES CIRCENSES
CIRCO EN BARCELONA
Después de la rigurosa abstinencia de circo, tan prolongada, nuestra ciudad, a través de la plaza de toros Monumental, ha podido dar cobijo a una compañia circense. El Circo Americano, llegado con un gran alarde publicitario, ha logrado, como otros años, una programación de primer orden, con números abundantes de categoría. Desde el pasado miércoles, día de su presentación, los llenos han sido continuos, tanto en las localidades preferentes como en los compartimentos populares, con lo que se ha registrado un completo acuerdo entre los esfuerzos de la empresa y la afición circense barcelonesa.
La extensión del programa nos impide insistir, como correspondería, en la descripción de cada uno de los números. Baste indicar que, exceptuados los caballos y los trapecios volantes, se hallan representadas las especialidades circenses más importantes. El programa, además, a un ritmo rápido y sin descanso alguno, tiene entre sus alicientes, el de su intensidad, aparte de la suntuosidad de la representación.
A través de los Pep Bros, los Siux Melencias, Los Arizona, The Duxis, Four Castor’s, Madame Danion, Dam, Bros, O’Briens, Chy-Bao-Guy, Sawadas, Palaztiza Biller y Los Canova, se hallan representados los excéntricos acrobáticos, los virtuosos del látigo y del cuchillo, los malabaristas, los acróbatas humorísticos, los antipodistas, los amaestradores de focas, los equilibristas sobre monociclo, los perros futbolistas, los poseedores de fuerza capilar, los funámbulos sobre el alambre oblicuo, los acordionistas, los olímpicos equilibristas, todos ellos rivalizando en rigor artístico, en simpatía y en espectacularidad.
Sicky, ya conocido en Barcelona, ha sido aplaudido, otra vez, por sus equilibrios de platos y tazas sobre la cabeza, objetos que lanza desde la punta de su zapato, manteniéndose en equilibrio de un solo pie sobre una bola. Además de los malabares con su bastón, los sombreros y las cajas, presentó, como truco inédito, el equilibrio de una cuchara sobre la frente, proyectada, como los platos y plazas, por su zapato.
Pery y Popey, payasos habladores dados al matiz y a la gracia fina, demostraron, con un repertorio nuevo, la fecundia de su imaginación y la constante vigilancia sobre su método de trabajo. Aparte de su mérito musical y del de los recursos hilarantes, Popey demostró sus dotes mímicas al parodiar a Charlot y a Pepe Blanco.
Los Rándols, que también habían trabajado, años atrás, en nuestra ciudad, pusieron de relieve, una vez más, el riesgo imprudente, meritísimo, de la falta de red protectora. En movimiento vertiginoso de gran vuelo, su número consiste, con los ejecutantes cabeza abajo, en ejercicios en las anillas y en la percha sostenida por el portor, en fuerza dental y en equilibrio de dos pies y uno apoyado en un aro.
Las fieras, finalmente, tuvieron una nutrida representación, no tan sólo por los ocho ejemplares dóciles presentados por Mitchel Motrosoff, sino por los cinco leones en ferocidad dirigidos por el príncipe Sadek. Sadek, lamentablemente, fué objeto de una agresión por parte de sus fieras, en su segunda actuación en el programa, de la que escapó, valientemente, con varios mordiscos y arañazos.
A pesar del considerable esfuerzo económico que representa la asistencia a una sesión circense, el público barcelonés, al responder a la calidad del espectáculo, ha manifestado, implícitamente, su deseo de no hallarse, por parte de las empresas circenses, tan olvidado. A pesar de la falta de costumbre de cobijar un circo, la ciudad reclama, en beneficio de todos, la asiduidad de las caravanas, y así poder continuar la antigua tradición de aficionados barceloneses al circo, más tarde truncada.
Jorge ELIAS
13-4-1956 EL MUNDO DEPORTIVO
TEMAS DE CIRCO
INFANTILIZACIÓN COLECTIVA
Hoy, en el ruedo de Las Arenas, habrá la sesión inaugural del Circo Britanic, llegado ayer a Barcelona. Se presentarán, entre otros números, unas muchachas acróbatas, los caballos y ponneys, unos olímpicos equilibristas, un malabarista sobre el alambre, los elefantes, los payasos Pery y Popey, un equilibrista sobre un dedo, unos barristas serio-cómicos, unos ciclistas aéreos, los leones del domador negro Zoilo y el número mixto de fieras del domador Amín. El programa, casi en su totalidad, a cargo de artistas extranjeros, se caracteriza por la absoluta novedad, lo que determina versiones inéditas de cada una de las especialidades.
Uno de los números que, en Gerona, ha llamado más la atención, y que también forma parte del programa barcelonés, es el de Fria-Ned, llamado el barman alcohólico, el cual, con una absoluta limpieza y simplicidad de procedimientos, transforma el agua vista en las botellas de cristal y en el momento en que la vierte en cualquiera de las bebidas solicitadas por los consumidores. Fria-Ned, artista belga que sabe lograr, con sus transformaciones fulminantes, resultados siempre acogidos con regocijo, está llamado a obtener, también en nuestra ciudad, un éxito definitivo.
El repertorio circense, en el que no faltan las atracciones clásicas caracterizadas por los animales, los artistas y los payasos, pondrá de relieve, una vez más, la recóndita y emocionante capacidad humana para el pasmo. Si se tercia, el público revelará, destruyendo las expresiones solemnes, su fondo encantador de candorosidad, la capacidad de entusiasmo ante los trucos de humor más elementales.
Sin dolerse de ello, los niños de todas las edades habrán logrado del espectáculo, con la distensión permitida, el beneficio supremo. Sea lo que fuere lo que suceda en la pista, el circo habrá hecho posible el descubrimiento de que, a la vuelta de todas las complejidades psicológicas, o del cúmulo de engaños perseguidos, el hombre conserva, intacto, un remanente de ilusión, de ingenuidad. El clima circense, con el pretexto del programa, habrá rasgado el velo que permita descubrir, como observación estimulante, que los hombres aun son, a pesar de las superestructuras, fáciles, sencillos y bondadosos.
JORGE ELIAS
15-4-1956 EL MUNDO DEPORTIVO
Presentación del Circus Britanic
Anteayer viernes se presentó en la plaza de toros de Las Arenas el Circus Britanic, precedido por un gran alarde publicitario. Como de costumbre, el ditirambo no resultó excesivo, ya que el programa entero, sin ningun número de relleno, respondió plenamente a la expectación despertada. Llevada la función, además, a un ritmo vertiginoso, sin pausa alguna entre los números, el público salió satisfechísimo del espectáculo, de tres horas completas de duración.
Previa la introducción por la locutora, muchacha de una gran finura y simpatía, empezó el programa con los barristas Paulo y Toni, uno de ellos serio y el otro humorístico. A pesar de presentarse con una sola barra, el número creó en seguida, por su calidad, un clima de interés, y constituyó un avance del mérito y la belleza extraordinarios de un trabajo cada vez más raro en los programas circenses.
Henry Beautour presentó a continuación a cuatro caballos en libertad, número no visto en nuestra ciudad desde hace muchos años. Los caballos, de una estampa soberbia, efectuaron las evoluciones acostumbradas y agrupamientos, dóciles al mandato del amaestrador.
Les Vital, olímpicos equilibristas españoles, deleitaron con sus equilibrios mano a mano o de cabeza, encargándose la muchacha de la función de portor, y con los trucos de fuerza combinadas. Fue en el ejercicio final, llamado de la triple balanza dislocada, que el ágil masculino, al caerse después de un fallo del equilibrio precario, se rompió el brazo durante su actuación en el programa último del Circo Americano.
Les Nellan Sisters, a pesar de no poder presentar el número completo, efectuaron impecablemente en lo alto de la tienda su trabajo de suspensión en la banquina y en el trapecio y de furza dental.
Franstueins, equilibrista meritísimo en trucos muy completos, presentó, entre otros ejercicios, el lanzamiento en catapulta de unos casquillos y de un cuchillo, y su recepción en la cabeza, situando el artista sobre el alambre y con dificultad de alcance, por lo tanto, de los objetos en vuelo.
Fria-Ned, descrito como barman diabólico, puso una de las notas jocosas al espectáculo al desarrollar sus transformaciones sorprendentes del agua en toda clase de bebidas.
Las 7 Mervelleux ya presentadas en nuestra ciudad, en la misma plaza Las Arenas, por el Circo Americano desde hace dos años, llevaron a término con una total precisión y a ritmo de ballet, su espectacular “poutpurri” acrobático.
Los dos elefantes de pequeño tamaño del domador Williams ejecutaron el repertorio de evoluciones y de pasos de baile, del que destacó el equilibrio de ambos ejemplares sobre dos patas.
Los payasos Pery y Popey, a pesar de llevar un repertorio ya conocido de chistes y parodias, alcanzaron como de costumbre, el éxito de risas y de aplausos perseguido.
Elfi, equilibrista notabilísimo, realizó limpiamente, entre otros trucos sorprendentes, el equilibrio de su cuerpo sobre un dedo, solo apoyándose contra el dedo de la muchacha en función de portor.
Durante el montaje de la jaula, Polman, subido al trapecio, ejecutó con un dominio total su repertorio gimnástico, del que destacaron las medias dislocaciones y las contracciones lentas.
Willy Marc presentó conjuntamente a cuatro tigres y a dos leones, haciéndose obedecer con su simple autoridad humana, vacías las manos de protección alguna y solo utilizando a veces el mango del látigo como elemento indicador. Los ejemplares, de una presencia descomunal y de una belleza soberbia, efectuaron sumisamente los ejercicios de posición y de saltos, destacando el paso de dos tigres funámbulos por la doble cuerda. Como truco final, el domador efectuó, sin otra defensa que la de su dominio y con su estilo sobrio y carente de vacilaciones, una pantomima feroz con uno de los tigres, el cual, al terminar, abrió por sí mismo la puerta del túnel conducente a la jaula.
El domador negro Zoilo, haciendo restallar el látigo y sirviéndose a veces de la horaca, presentó espectacularmente en ferocidad al grupo de tres leones y dos leonas, a cuyos ejemplares, a pesar de los rugidos y amenazas, hizo saltar y tender en el suelo a su antojo, permitiéndose incluso el alarde de cabalgar sobre una de las leonas.
La tienda circense instalada en Las Arenas, registró un lleno completo, y la excelencia del programa presentado hace prever que los llenos se sucederán durante las actuaciones que deberán terminar, para dar paso al Circo Royal, el próximo primero de mayo.
JORGE ELIAS
Sábado, 26 de mayo de 1956 EL MUNDO DEPORTIVO TEMAS DE CIRCO
BALANCES PARCIALES
Una parte de la prensa barcelonesa, al juzgar a los payasos portugueses Muñoz, se mostró algo reservada, mientras algún especialista, aun cuando matizó sus elogios, no dejó de mostrarse favorable al tipo de comicidad aportado por los artistas que pasaron recientemente por nuestra ciudad.
La discrepancia, aparte de basarse en la suprema libertad de opinión, pudo tener varios determinantes, siendo una de ellas la de que la mayoría de las crónicas se refirieron, sin rectificación posterior, a la actuación de los artistas en el día de su presentación, sin tener en cuenta que los Muñoz, nunca alejados de su país, trabajaban por primera vez en un idioma que les resultaba extraño, todo lo cual produjo la natural inseguridad, con pérdida del rendimiento normal.
Pudo determinar, asímismo, la reserva en los comentarios el recuento de la intensidad y frecuencia de las risas, recuento que, con toda evidencia, alcanzó registros inferiores a los logrados por otros payasos, Pery y Popey, puestos como ejemplo, también visitantes en fecha reciente, con el Circo Britanic, de nuestra ciudad.
El éxito de los payasos, sin embargo, no viene determinado por la cantidad de explosiones jocosas, ya que no tiene que ser la hilaridad estricta el objetivo primordial perseguido por los llamados comediantes circenses. Los payasos, según su definición, son cómicos bufos, los cuales, con sus paradojas, hacen una caricatura de la comedia eterna de la vida, a veces a través de pretextos ínfimos, de alegorías sólo apuntadas.
Pery y Popey, excelentes malabaristas de la palabra, se limitan a perseguir la carcajada sin considerar si el juego verbal y el chiste corresponden a la misión de los que se visten de payaso. Su ahínco, además, en lograr un éxito de risas, corre el peligro constante de salirse del lenguaje permitido, entrando en la procacidad y en los equívocos desvergonzados, más celebrados cuanto mayor es su despropósito.
Los Muñoz, en contraste con otros cómicos que ni saben caerse de una silla, aportaron, con gran eficacia, su lenguaje acrobático, manteniéndose así fieles a los mandatos de una tradición que no puede quedar interrumpida. En su primera salida al extranjero, tuvieron que luchar, desde luego, con los resabios de la comicidad tumultuosa a los que estaban acostumbrados. Disipando, sin embargo, el nerviosismo del día de la presentación, su comicidad, recortando las tolerancias al imprevisto, ganó de día en día en finura y precisión, y las alturas que no se lograron, por los medios que fuera, con el estallido de una carcajada fueron alcanzadas, con mayor mérito, a través de las formas más universales del humor.
La empresa del Circo Royal que, con su inquietud, ya nos dió a conocer el pasado año a los payasos portugueses Campos, ha renovado, por lo tanto, con la presentación de la Família Muñoz, nuestros motivos para el agradecimiento. Los Muñoz, actualmente en gira por Cataluña y Aragón, han venido a airear nuestro panorama de payasos, y del intercambio, con la comparación de escuelas y aprovechamiento de lecciones, los artistas españoles, así como el público, en cuanto sea estabilizador de un gusto, no podrán sino beneficiarse. JORGE ELIAS
28-10-1957 EL MUNDO DEPORTIVO
EN LA MONUMENTAL
Presentación del Circo Americano
Un espectáculo deslumbrante
El pasado viernes, en función de noche, se presentó en Barcelona el Circo Americano, instalado en la plaza de toros Monumental. Nada mejor para el cronista, para sintetizar su opinión, que reproducir el comentario de Charlie Rivel, ocupante de localidades ionmediatas a las del que firma. Dijo el famoso augusto catalán, una vez terminada la representación inaugural: “Conozco todos los circos mejores, tanto de Europa como de América. Nunca he visto espectáculo igual, más sobresaliente. Tanto la composición del programa como la fastuosidad de la presentación, es de lo mejor que hay en el mundo”.
Los señores Castilla y Feijoo, en efecto, culminando una trayectoria brillantísima, han presentado este año un programa de excepción. La abundancia de números es extraordinaria; la calidad de cada uno de ellos, segura. La presentación, además, es de una elegancia suprema, de un gusto exquisito. La largueza de los medios utilizada, deslumbra; la exquisitez de los detalles, convence. Llevado el programa a un ritmo vertiginoso, sin descanso alguno ni pausas entre los números, el total ofrecido al público admite la imposibilidad de superaciones, tanto es el esfuerzo desarrollado por los meritísimos empresarios españoles.
En el aspecto de la programación, el espectáculo – en el que no faltan, para mayor vistosidad, el desfile solemne de la compañía entera y el saludo cortés de las representantres de los varios países – se estructura alrededor de los pilares tradicionales del circo: caballos en libertad, caballos en alta escuela, leones, focas, elefantes. Mr. Marquis presenta ocho caballos en libertad; Albert Carré y su esposa, tres en alta escuela; el domador Moustier, seis leones; el capitán Danion, cuatro focas; Mr. Hannie, cuatro elefantes. Todos los animales están sabiamente amaestrados y cada uno de los números equivale a aisladas y múltiples atracciones auténticas del programa.
Además están los Duxy, prodigiosos excéntricos acrobáticos, de éxito estruendoso; Jo Hanwey, malabarista habilísimo; los Antalek, deliciosos equilibristas-músicos; las Dior Sisters, emocionantes equilibristas sobre bolas; Manuel Santos, alambrista meritísimo; 3 Szekely, espeluznantes equilibristas-contorsionistas; Marisa Begary, exquisita gimnasta en el trapecio; The Mensos, 8 Diger Pugch y Great Plymoth en la espectacularísima entrada del barco pirata; los Morways, sensacionales saltadores a la báscula con Tomás en equilibrio; 6 Szabo, prodigiosos saltadores a la báscula hasta llegar a la cuarta altura; y Vivian Touka y sus violines zíngaros, acompañantes de los dos números últimamente citados.
La entrada cómica va a cargo, además de los augustos de “soirée” Milanés Gogo y Sander, de Pery y Popey, con su arte cada dia más fresco y más matizado y un repertorio del mejor gusto, de resultados de continua y ruidosa hilaridad.
Tiempo habrá y oportunidades sobrantes, para insistir en el comentario. Por el momento limitémonos a consignar que, en un peldaño aun más alto que en ocasiones anteriores, el Circo Americano, por la calidad de su espectáculo, dejará, con la temporada que acaba de inaugurar, profunda huella en los anales de la historia circense local.
JORGE ELIAS
15-11-1957 EL MUNDO DEPORTIVO
EL CIRCO ACTUALIZADO
PERY Y POPEY, PAYASOS HABLADORES
En muchos paises, Pery y Popey no serían llamados – usando un lenguaje crítico riguroso – clownes, sino “conférenciers”. Puestos a explotar las ventajas del chiste, saldrían a la pista sin pintar, vestidos de americana o smoking, y recitarían, tal como un conferenciante cómico – con mucha comicidad en su caso – el papel verbal, propio de los payasos llamados habladores.
Clown – encasillado en la subdivisión de augusto – lo es Grock: cómico que, sin apenas hablar, desarrolla un trabajo jocoso. No es clown Emmett Kelly, famoso artista americano que apareció en la película “El mayor espectáculo del mundo”. Kelly es, para clasificarlo con exactitud, un excéntrico mímico; excéntrico por el atuendo y la máscara – creados por Joe Jackson, el vagabundo de la bicicleta -; mímico por cuanto sus pantomimas no tienen intención especialmente cómica. Un pantomimista – mudo o con la palabra como recurso complementario – que haga reir, es quien puede ser llamado, con toda propiedad, clown. Es clown, por lo tanto, Charlie Rivel, y, entre los artistas que nos visitaron hace menos tiempo, los Celé, presentados el año pasado por el Circo Americano.
Los españoles, con justa fama de ocurrentes y chistosos, disponen de un prototipo excelso: el andaluz. Trasplantado a la pista – con dotes, por lo tanto, de comediante – Popey, andaluz típico, dispone de gracia fresca y espontánea. Su comicidad, en privado, no es continua, permanente, sino necesitada, por timidez, de estímulo de un ambiente propicio. Ante el aplauso, simbólico o efectivo, el torrente verbal aumenta, la comicidad gana en eficacia. Lo más propio de Popey es la espontaneidad, la ocurrencia imprevista no desdeñada al hallarse ante el público. La sujección a un papel, con todo, apenas hace menguar el rendimiento, y los efectos son siempre vivos, ayudados incluso por la disposición de los músculos faciales.
Algunos payasos alcanzan la risa con el simple recitado del papel, ya cómico en sí. El papel, o las situaciones, son lo de menos en el trabajo de Popey. Popey es hilarante por la forma de andar, de gesticular, de plegar los labios, de dirigir la mirada. Sabe dosificar las pausas, cambiar el tono de voz. La carcajada de los más es siempre alcanzada a través de mil sutilezas y la mecanización no existe o por lo menos está totalmente disimulada. A pesar, pues, de emparejarse con los clownes clásicos más por el disfraz y la caracterización que por el estilo, Popey es artista de mucha categoría y sus posibilidades, explotables en muchos campos del espectáculo, son inmensas.
Pery, por su cuenta, es un excelente valedor. Comediante con mucho empaque, seguro de su papel de displicencia y puerilidad, se mueve con soltura, habla con aplomo, llena. Su misión es ingrata: la de hacer valer al augusto, lanzarlo. Se sale del cometido, con todo, con la más alta sanción, devolviendo al papel de enharinado toda la dignidad y señorío.
Pery y Popey actúan en el Circo Americano, actualmente en nuestra ciudad. Durante el número, las risas y las carcajadas no cesan. Según corresponde a los payasos o clownes, Pery y Popey constituyen una de las partes básicas del espectáculo de la Monumental.
JORGE ELIAS
15-11-1957 EL MUNDO
EL MUNDO DEPORTIVO
TEMAS DE CIRCO
Los aciertos del Circo Americano
Entre todas las compañías circenses que recorren nuestro país durante el año, las del Circo Americano se han caracterizado por sus exquisiteces. Al igual que en un slogan publicitario, puede asegurarse que Circo Americano es sinónimo de calidad. Los señores Castilla y Feijoo, exigentísimos empresarios, han dado al circo español auténtica categoría europea, y sus programas pueden calificarse siempre, según ya han hecho expertas figuras del espectáculo, entre los mejores que los circos ambulantes presentan por el mundo entero.
La empresa Feijoo-Castilla no tan sólo se preocupa de agrupar a números de primerísima categoría internacional, sino que cuida todos los detalles con gran esmero, empezando por las presentaciones, siempre suntuosísimas, y terminando con los pequeños ingredientes de los programas, el de los vacíos entre número y número por ejemplo.
No acostumbra a haber pausa alguna en el desfile de números. Algunas veces, sin embargo, no pueden evitarse unos minutos de espera, como es en el caso del momento de tener que desmontarse la jaula de las fieras. Entonces, vestidos de clown, aparecen unos muchachos de la pista, provistos de gruesos balones y el público, al poder dar un puñetazo a las grandes pelotas livianas, alcanza a través del juego pueril uno de los momentos de máximo regocijo. La espera, en lugar de resultar engorrosa, produciendo impaciencia, ha pasado desapercibida. Más con la ilusión de todos para poder alcanzar el balón, el paréntesis queda cerrado con excesiva celeridad, celeridad lamentada por el público entero.
Otro de los medios adoptados por los señores Feijoo y Castilla para entretener al público es la aparición del gigante de los zancos, encargado de ínfimas parodias o del papel de colaborador de otros artistas. La insólita figura humana, dotada de piernas larguísimas, produce con su sola presencia hilaridad. No hay engaño posible, pretensión alguna de hacer pasar gato por liebre. El público, sin embargo, se ríe. Los señores Castilla y Feijoo han logrado un impacto seguro en la psicología del espectador.
El papel de hombre de los zancos queda siempre encargado a Diego Carrasco, hermano del augusto Popey. Diego posee una fina comicidad, siempre servida en la medida justa, de eficacia perpetua. Anda sobre las piernas de palo grotescamente y el cometido es lo de menos. Igual da que desde las alturas dispare una fotografía con un aparato anacrónico como que se emplee en otro pretexto jocoso. El público, certeramente alcanzado, celebra sus intervenciones con alegría invariable y Diego, más que llenar un vacío, ha resultado ser número con categoría propia, merecedor de particular subrayado.
¿Qué es mejor el condimento o el gallo? Los señores Castilla y Feijoo afirman que el gallo. No olvidan, sin embargo, las exigencias del condimento.
JORGE ELIAS
Viernes, 19 de diciembre 1958 EL MUNDO DEPORTIVO
TEMAS DE CIRCO
PRIMER SALON DEL CIRCO
Algunos pintores, seducidos por el interés del tema, no dejan de incluir al circo en la temática habitual de sus producciones. Ninguno de ellos, con todo, ha celebrado nunca ninguna exposición teniendo al circo como anécdota única de las telas. Una exposición de pinturas con el circo en cada uno de los cuadros y apuntes ha surgido ahora por primera vez. Es la que se inauguró el pasado sábado en Selecciones Jaimes, la cual, con toda propiedad, ha podido llamarse y ha sido llamada primer Salón del Circo. Y no ha sido uno sino tres - Pilar Leita, Noé y Soler-Jové - los que han participado en el esfuerzo. Y la exposición en la sala del Paseo de Gracia, como preámbulo de la actualidad del circo que se registrará muy en breve con la inauguración del Festival Krone, ha sido acogida, como no podía dejar de suceder, con vivísimo interés.
Los tres jóvenes artistas, lejos del documento tan lleno de fantasías tan corriente en la pintura e incluso en la literatura circenses, han captado múltiples momentos verídicos de los circos que han estado entre nosotros. Ninguno de ellos ha utilizado arbitrariamente la facultad de invención sino que todos se han sometido a la realidad más exacta, solo modificada por los imperativos de la sensibilidad.
En los dibujos coloreados de Noé es fácil identificar, así, a muchos personajes de mundo de la pista que han actuado recientemente ante el público barcelonés. Aparte del augusto Popey - el frac abierto en canal por la espalda - casi todos pertenecen al último programa del Circo Americano; varios aspectos de los caballistas Violette y Albert Carré; la pequeña Isabella sobre el caballito en el que realizará los ejercicios de volteo, los payasos Max y Nock. Además, muchas escenas de las cuadras, o los caballos a punto de presentarse en la pista, o visiones de circenses y de músicos, a veces actuando, a veces en aptitud de descanso.
Tanto como momentos del espectáculo - un malabarista o unos payasos deleitando a los espectadores o los tigres haciendo el número detrás de las rejas de la jaula - en las acuarelas de Soler-Jové se recogen aspectos del interior de las tiendas y de las instalaciones exteriores: la pista vista, desde las localidades más lejanas, los carros elegantes y graves o el conjunto de caras y caravanas a veces visto a vuelo de pájaro. En los dibujos, con intención caricaturesca, de payasos y músicos, de artistas actuando o en actitud de espera, se reconoce a menudo a quien ha motivado el apunte: el portor Gino Jarz, por ejemplo, en el número de las perchas.
Para sus ejecuciones al pastel, Pilar Leita ha repartido sus preferencias entre dos circos; el Jarz y el Americano. Tanto ha ido a buscar la pista, incluso deteniéndose repetidamente ante espectadores infantiles instalados en los palcos, como los camerinos, las jaulas, las cuadras de los elefantes y las de los caballos. Al preferir la figura, los personajes no son de dificil identificación: una vez es Elvane Jarz con las tres chisteras de su número de malabares; otra es Mara, la genial trapecista, con su mirada melancólica y luminosa a la vez y la sonrisa dulce y resignada.
La aportación de Noé, Soler-Jover y Pilar Leita queda presidida por la de dos invitados de honor: Alfredo Opisso, con un cuadro, y Francisco Galí con dos, además de un jarro y unos azulejos de Albors.
JORGE ELIAS
19-12-1958 EL MUNDO DEPORTIVO
1-10-1961 Cinco hermanos van al circo
El Circo Monumental me gustó mucho. Lo encontré corto aún cuando había números de todo. Los que me gustaron más fueron: los malabaristas, los de la balanza, los Dino y los leones. Los malabaristas, porque tenían mucha agilidad; los de la balanza, porque corrían mucho peligro de caerse, ya que estaban a bastante altura; los Dino, porque hacían ejercicios de mucha fuerza, y los leones porque eran muy feroces.
También me gustaron los del trampolín elástico porque hacían númerosos saltos mortales, los de la muñeca viviente por la flexibilidad y contorsión de la muchacha, los payasos Popey y Bassy y el intermediario Peppín.
Algunos números no me gustaron porque se me hicieron pesados. Son el del elefante y el de los ponnies.
JOAQUIN ELIAS
El Circo Monumental tiene un buen programa. Los números que me gustaron más fueron: el de los Dino, el de los payasos Popey y Bassey y el de los chimpancés de Lidia Ferri.
Los que no me gustaron tanto fueron el de los ponnies y el de la cama elástica.
El Monumental tiene bastantes animales, como elefantes, ponnies, leones, panteras, leopardos y hasta un hipopótamo que no sale a la pista.
JOSE ELIAS
El Monumental me agradó bastante pero no encontré ningún número que fuera excepcional o muy difícil.
Los elefantes y los chimpancés eran como todos: un poco calmosos.
El número que encontré más bonito es el de la cama elástica porque hacían saltos con ritmo y elegancia aún cuando lo que hacían no era nada nuevo.
Los olímpicos manos a manos me entusiasmaron al ver la sencillez con que hacían el número, todo él bastante difícil. Sus músculos se veían muy desarrollados y el portor llegaba a aguantar el peso de un hombre con un solo brazo, teniendo el codo apoyado en el suelo.
El muñeco viviente, admirable por la gran contorsión.
Los payasos me gustaron bastante. A Poppey lo encontré más cómico que la última vez que lo ví.
A Peppín lo encontré gracioso pero que no se quede aquí. Puede hacer mucho más para hacer reír a la gente.
MARIA ROSA ELIAS
1962
“DIÁLOGOS EN EL CIRCO” de JORDI ELIAS I CAMPINS
POPEY CON PERY Y DESPUES CON BASSY
Conocimos a Popey, en 1955, antes de dedicarnos a nuestras tareas periodísticas. Una tarde, a primera hora, nos metimos en la plaza de Las Arenas y, sentado entre amigos, hallamos al augusto. Nos metimos en el grupo, sin arredrarnos por el atrevimiento, e hicimos hablar algo al comediante. Nos pareció un hombre serio, pronto, sin embargo, a la broma, y con la agudeza y la gracia de los andaluces. Sin que el obsequio quedara justificado en nada, nos dió amablemente un puro, una faria.
Después, metidos ya a comentaristas circenses, nos vimos muchas veces, siempre hallándole en compañía de Pery. La primera conversación periodística que tuvimos con ellos fué la siguiente:
-Le presento a mi esposa.
-Encantado, señora Pery. ¿Es usted circense?
-Lo fui. Mi padre fué el primero que trajo a España la subida por el cable oblícuo. Era japonés y se llamaba Kleheet.
-¿Usted?
-Me llamé Miss Chekit, una combinación de letras de mi apellido real. Empecé como equilibrista e icaria, siempre yo de portora. Después hice el alambre, el trapecio, los malabares. A los cinco años de edad ya salía a la pista.
-¿Española?
-Sí, de madre portuguesa.
-¿Cómo es su marido?
-Muy nervioso. Me aturrulla con sus gritos. Eso sí: una buenísima persona.
-¿Popey?
-Un poco dejado, indolente. Sentimental y tímido. Calladito, hay que sacarle las palabras con gancho, a veces. Alegre y con ocurrencias soberbias, sin embargo.
-Cuente sus comienzos, Pery.
-En Madrid, en el Conservatorio de Música. Estudiaba el violín. Tenía por condiscípulos a varios que después han sido clownes: Rubians, Pompoff.
-¿Cómo le entró el gusanillo?
-Sin darme cuenta. Un buen día, en 1928, siendo casi un niño, debuté un cine del Puente de Vallecas. Sin cobrar nada, desde luego. Me pinté lacara con pasta blanca para los zapatos.
-¿Fué bien?
-Era un local vetusto, abandonadísimo. Di una carrerita al salir y se rompió una tabla del escenario. Me vine abajo, desaparecí. En lugar de una entrada cómica resultó un número de ilusionismo.
-¿Exito?
-Ante el empresario, ninguno. Nos dijo que nos fuéramos y que no quería vernos más. Algunos, en cambio, se lo tomaron bien. Querían que hiciéramos el truco de la desaparición todos los días.
-Mal debut, ya se comprende.
-Al año siguiente, sin embargo, después de algunos bolos, ya estaba yo en el Price de Madrid. Iba con un muchacho llamado Nito. Nos contrataron
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para hacer las matinés, o sea las funciones de tarde. Nos daban cuarenta pesetas a la semana, a repartir.
-¿Estuvieron juntos mucho tiempo?
-Poco. Nito tuvo que ir al servicio militar. Entonces formé pareja con Carmelo, Carmelo Larrea, ahora famoso compositor de música popular, actualmente en Venezuela. Esta unión también duró poco. Fui yo, entonces, quien tuvo que alistarse. Carmelo me esperó: pasó a formar parte de una orquesta y así pudo descubrir su auténtica vocación musical.
-Ya regresó usted del servicio. ¿Qué pasó?
-En 1936 nos hallábamos trabajando por Andalucía, con un circo. Al estallar la guerra me fui al Marruecos francés. Allí estuve siete años. Primero ayudaba a mi esposa en su número, poniendo un poco de comicidad. Después, me uní con Nunus, un augusto francés. Hacíamos la entrada en francés, desde luego.
-¿Al regresar a España?
-Formé pareja con Luisito, el de los Pilar; después, con Cugatti; más tarde, con Tonetti. Con el trabajé por primera vez en el Circo Americano. Fué en 1948. Por el momento, estuvimos en el Americano durante tres temporadas.
-¿Más adelante?
-Un año con Emilio Díaz. Después, con Popey. Desde 1953 que vamos juntos.
Popey con su
clown Bassy,
una feliz pareja
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-Ha tenido muchos compañeros. ¿Desavenencias?
-Jamás. No sé lo que es una pelea con un compañero. Odio las disputas; no las admito. Si hay pelea no es posible salir a la pista con alegría.
-¿Cómo es Popey?
-Un cacho de pan, un chiquillo sin malicia. Un gandul, sin embargo, Le estoy diciendo siempre que se levante temprano, que aproveche el tiempo, que estudie, pero no me hace caso. Si me escuchara, llegaría a donde Grock.
-¿Por qué no se esfuerza, Popey? ¿No le gustaría emular a Grock?
-Mucho, claro. Pero eso de tener que estudiar...
-Hay que ser metódico.
-Lo nuestro es la improvisación. Salimos a la pista, muchas veces, sin saber lo que diremos. Pery insinúa un tema, yo respondo lo que me parece y si el público se ríe, ya tenemos entrada. La pulimos, la recortamos y a explotarla se ha dicho.
-Será por ello que sus diálogos tienen tanta vivacidad.
-¿Sabe lo que nos pasó, una vez, en Palma de Mallorca? Haciendo la entrada nos peleamos, nos insultamos. Todo de mentirijillas, claro. Con eso, uno entra en la pista y nos dice conciliador, que no nos lo tomáramos tan a pecho. Nos estropeó el número, claro.
-Siempre hay situaciones chuscas.
-Vea una. En Ronda, yendo con el Circo Imperio, hubo una vez un altercado violento. En el interior del circo algunos se pegaron de lo lindo. ¡La que se armó!, Y la Guardia Civil, dentro del mismo circo, sin intervenir. «Ya sabemos que es comedia», parecía que dijeran los números allí destacados.
-¡Vaya error!
-Este venía de otro error inverso cometido poco tiempo antes. En otro programa había unos artistas camuflados entre el público: uno de caramelero, otro de vendedor de gaseosas y así por el estilo. Sale un artista a la pista y dice que no pueden hacer el número; los compañeros no han llegado. Si hubiese algún voluntario entre el distinguido público.
-Lo hubo, claro.
-El supuesto caramelero no tan sólo se ofreció sino que dijo a grandes gritos que él lo haría mejor que nadie; que los artistas del número eran malísimos. La Guardia Civil acudió al acto: «Deje usted de alborotar. Está interrumpiendo la representación». Como el artista disfrazado forcejeaba, ya hacían para llevársela detenido. ¡Lo que costó para haber comprender que el caramelero formaba parte de la compañía.
-Gato escaldado...
-En Madrid hubo, una vez, en primera fila, un espectador prodigando muecas raras. Las tomé por desprecios que me hacía. Me empeñé en hacerle reír. ¡Qué va! Aquel hombre no se reía ni a tiros. Me puso frito. Después me fijé mejor y vi que no había mueca ni desprecio alguno. El buen señor tenía un tic nervioso.
-Ustedes son muy sensibles a los desprecios.
-Otro castillo en el aire que nos hicimos: este verano, en Bilbao, en el sanatorio antituberculoso Santa Marina. Cuando vamos, al lado del sacerdote se sienta siempre todo el cuerpo médico. Esta vez, estaba el sacerdote sólo. ¿Qué es lo que había ocurrido?
-Si usted no lo cuenta...
-El cuadro de doctores estaba en el quirófano, tratando de salvar una vida. Y nosotros haciendo reír, como si nada. Cuando nos enteramos, nos pareció haber cometido una irreverencia.
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-Ya salió el sentimental.
-¿Cuento lo de Huelva, Popey?
-Quede para nosotros solos. El llanto y la risa: lo de siempre.
* * *
Durante unos años perdimos de vista a Popey. El y Pery habían dejado el Circo Americano y se habían ligado con el Circo Alemán. Con él hicieron la temporada de 1958 y la de 1959. A finales de 1959 Pery y Popey se separaron. Popey volvió al antiguo redil, al Circo Americano. Hizo la temporada de 1960 con un clown francés, Alex. Y a la siguiente formó pareja con Bassy.
A Bassy y Popey les hallamos en 1961 en el Circo Monumental, filial del Americano. Conversamos con Popey así:
-¿Es cierto que se casó?
-Sí. Hace dos años. Permítame que le presente a mi esposa.
-Encantado, señora. ¿Felices?
-Desde luego.
-¿Cómo es Popey, señora?
-Muy alegre. Siempre se está riendo.
-¿Regañinas?
-Imposible. En seguida me sale con un chiste.
-¿Se levanta alguna vez de mala luna?
-Nunca. Es un pedazo de pan.
-Tiene fama de calladito.
-Infundada. No para de hablar siempre tomándolo todo a cachufleta
-Cuando le vió por primera vez ¿fué en la pista?
-No. Pero en seguida me dije: «Este queda pa mi».
-¿Le gustó al verle trabajar?
-Me reí mucho. Pensé: «Si no casamos, habrá función de continuo”
-Se le tiene por tímido.
-No lo fué para echarme el ojo Claro que todo fué mirarnos y encon trarnos en la iglesia para casarnos
-Popey: ¿llamarle tímido es un calumnia?
-Pregúnteselo a don Manuel Feijoo. El sabrá si me da vergüenta pedir dinero.
-Pero, ¿se siente sobrecogido tener que salir a la pista?
-Ah, eso sí. Antes de salir, el público me parece una fiera. No puedo dominar nunca el nerviosismo. Pero se convierte luego en un jardín de flores
-¿Algún contratiempo?
-Pocos. Alguna vez, sin embargo, me sentí un imbécil, un payaso de verdad. Pero fueron incidentes con el público sin importancia.
-¿Fué bien con Alex?
-Estupendamente. Alex es un gran artista, el mejor clown que he conocido. Es original. No imita a nadie. Su estilo, claro, es el de su época. Como hombre, un santo, muy infantil, muy bueno.
-¿Qué tal Bassy?
-Muy bien. Tiene ganas de trabajar, es joven y es artista. Espero llegar lejos con él.
-¿No se atrevería a echar un discurso al público?
-Imposible. Si tengo que hablar seriamente, me emociono y lloro. Soy un estropajo. En cuanto voy haciéndome mayor, más crío me vuelvo.
-Ya salió aquello.
-Será porque me doy cuenta de las cosas de la vida.
-La ficha no miente: ¡sentimental!
* * *
Con Bassy conversamos de la siguiente forma:
-¿Bassy es Basilio?
-Efectivamente. Hijo de Bilbao. Pero a mi me conoce todo el, mundo como Topolino.
-¿Artista de variedades?
-Sí: humorista.
-¿Cuándo empezó?
-En 1931. He actuado con todas las figuras del folklore español, en todos los teatros de España. En los últimos años me especialicé en los espectáculos flamencos. Actué mucho en las plazas de toros, en donde tan difícil resulta hacer reir.
-¿Cómo llegó al circo?
-A menudo había pensado en formar pareja de clownes. Pero mi ilusión estaba en ir con Popey, con quien nos conocemos desde hace ya muchos años. En esto fui intransigente. O iría con Popey, o no haría pareja con nadie. Y aquí no hay menosprecio para los demás augustos.
-¿Logró el propósito?
-Sí. Se presentó la oportunidad y a aprovecharla se ha dicho...
-¿Desde cuándo van juntos?
-Desde el 4 de marzo.
-¿Ensayaron mucho?
-Ni pizca. Yo conocía ya sus entradas y sólo se trató de escoger a la que pondríamos.
-Parece usted muy serio.
-Lo soy. Soy un hombre normal que mira el futuro de la vida con responsabilidad.
-¿Y su humorismo?
-El humor de un profesional es mecánico. No siento ninguna tristeza pero tampoco resulto, en privado, un auténtico humorista.
-Menos mal. No nos vendrá con melancolías. Aquella leyenda del gracioso triste...
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4e Trimestre de 1964 LE CIRQUE DANS L’UNIVERS
AU CIRQUE MONUMENTAL
Le "Monumental" donne un excellent spectacle, qui fait appel à de nombreux artistes étrangers, ce qui en saurait surprendre, les cirques "familiaux" étant de plus en plus rares en Espagne.
Deux dompteurs français sont au programme: Alfred Beautour, avec ses huit panthéres, et Roland Prin avec six tigres. Roland présente ensuite des éléphants.
Parmi les autres numéros, on citera les Lorentis-Vassallos, antipodistes et équilibristes sur échelles libres, la troupe cosaque Bratuchine, les Hortobagys, sauteurs à la bascule, et surtout la belle Gypsy Bouglione, qui réussit dans son numéro de fil de fer un très remarquable equilibre de tête.
La partie clownesque est assurée par un excellent tandem, composé du clown Dick et de Popey.
Jordi ELIAS.
22-10-1964 Tele-eXpres del 22-X-1964 amb un article de JORDI ELIAS I CAMPINS
“NOS INTRODUCIMOS EN EL CHAPITEL DEL CIRCO MONUMENTAL”.
EL AUGUSTO POPEY
¿Trabajo exclusivamente verbal? ¿Chistes malos y subidos de color? Popey, augusto, va por otro camino. El de la inocencia y la finura. Que otros persigan la gracia de brocha gorda y las osadías. El deambula por las antiguas sendas de la ingenuidad y del arte delicado del comediante jocoso.
Popey, andaluz, compone un tipo delicioso de bruto ingenuo. Su expresión ilusionada es un acierto; sus aturrullamientos, exquisitos; sus reacciones supuestamente lentas, definitivas. Y cuando, al fin y al cabo, gana la batalla al “clown” petulante, el regocijo de todos después de las risas continuas por el diálogo chispeante.
¿Hablador Popey? Evidentemente. Pero no, según dicen los franceses, “conférencier”, sino parodista. La parodia…Una pequeña comedia, con planteamiento, nudo y desenlace, y el contraste de los dos personajes clásicos: el enharinado, sabio y estúpido, y el augusto, torpe e nocente, disparatado pero con la sabiduria recóndita, siempre apabullado pero triunfador final.
EL MUNDO DEPORTIVO
1-2-1965
2 Circos en Barcelona durante el año
COMO de costumbre, llegó a Barcelona durante el año una cantidad exigua de circos; solo dos. Uno llevaba el nombre de Flying High. El otro era un viejo amigo: El Circo Monumental.
El Flying High constituyó una gratísima novedad: no profesionales sino aficionados; no gentes de todos los países sino de uno solo, los EE. UU.; no alejados de las disciplinas intelectuales sino estudiantes. El circo, pues, tomado como «hobby», aprovechando de él las enormes posibilidades de esfuerzo físico; circo, por lo tanto, como diversión; circo, también, como cultura.
El Flying High tuvo, durante tres días, cinco actuaciones: la primera, en el Palacio Municipal de Deportes; las otras, en plena plaza de Cataluña, al aire libre. Vino por la primavera y las recaudaciones fueron destinadas a fines benéficos. Los estudiantes eran de la Universidad de Tallahassee, Florida.
La compañía, a pesar de faltar las fieras y toda clase de animales, era muy notable, con números muy variados; el estilo, de una gran limpieza, alegre y entusiasta. Sobresalieron los números de altura: las banquinas, en el trapecio de equilibrios, y en los trapecios volantes. El número de volantes anunció el triple salto mortal, meta en la que sueñan todos. En Barcelona no se dio. Se intentó una sola vez en cada representación y no llegó nunca al agarre de muñecas. El número, sin embargo, era de gran calidad, uno de los mejores del mundo entero incluidas en la consideración las formaciones de profesionales.
A pesar de lo céntrico del sitio y de que el tiempo invitaba a salir, asistió poco público. No bastó que la instalación hiciera propaganda por si misma. Faltó la insistencia publicitaria, la invitación reiterada al público.
El Circo Monumental, llegado en otoño e instalado en la plaza de toros la Monumental, fue por otro camino: el de dar gran importancia a la propaganda. Incluso utilizó un buen eslogan: «Gran Festival Mundial de Circo 1964». La gente se sintió atraída. La temporada tuvo mucho éxito, muy superior al de años anteriores.
Esto demuestra que los llamados Festivales Mundiales, celebrados en tiempo navideño en el Palacio Municipal de Deportes, han adquirido por si mismos, un prestigio. No importa que desde el año 1962 ya no se celebren. El nombre ha quedado y llama, a pesar de que la designación resulte fantasiosa. El fenómeno también demuestra que la publicidad es ahora decisiva. Fallada ella, como en el caso del Flying High, falta también el concurso del público.
El Circo Monumental presentó, como siempre, un buen programa, estructurado alrededor de la familia Prin, unas auténticas gentes del viaje. Había algunos números de auténtica calidad: la alambrista Gipsy Bouglione, los acróbatas a la báscula 7 Hortobagys, el augusto Popey y los cosacos Iván Bratuchin, un número que, por si solo, valía por el programa entero.
Jorge Elias
EL MUNDO DEPORTIVO
Domingo, 24 de octubre de 1965
Presentación del Circo Monumental
en su programa
Festival Mundial del Circo 1965
El cronista tendrá que repetirse en muchos de los conceptos vertidos cada año por estas mismas fechas: en el lamento de que después de los diez meses del año, sea ahora por primera vez que haya circo en nuestra ciudad; en la alegría, sin embargo, que, de la mano de los señores Feijoo y Castilla, sea precisamente el Circo Monumental el que abra la temporada barcelonesa; y en la corroboración, principalmente una vez realizada la asistencia a la función del debut – realizada el pasado viernes por la noche – de que este programa, titulado Festival Mundial del Circo 1965, responde plenamente a la tradición de buen gusto y de excelente calidad de todas las producciones de los directores que tan alto han sabido colocar el circo español.
Una vez más, el programa del Monumental satisface todas las exigencias posibles. La del amante del circo puro es atendido a través de los números muy abundantes de animales: número mixto de tigres y leones – presentado por Roland, un verdadero “enfant de la balle” -, número de elefantes, número de ponnies, número de loros, éste último constituyendo una gratísima novedad. Pero lo que hay que destacar principalmente es el conjunto, todos los números poseyendo una alta categoría aparte de la vistosidad y alegría y constituyendo un espectáculo de la máxima amenidad y merecedor de todos los sufragios favorables.
Los señores Feijoo y Castilla han querido esta vez satisfacer las dos pistas – no tres, según hemos visto otras veces, cifra que resulta excesiva – en las que se actuaba simultáneamente. Esta simultaneidad, sin embargo, se produce sólo en cuatro ocasiones, y aquí está uno de los máximos aciertos de los programadores. Los números simultáneos no resultan repetición los unos de los otros, lo que produciría monotonía, sino que se complementan, a veces en la dinámica y en otras ocasiones en la ambientación. Así, por ejemplo, si Vicky Alvarez, una excelente equilibrista, presenta su número, muy espectacular, en el clima españolísimo de los toros, los toros de Manuel Rueda reales y enseñados en el número llamado en libertad, actúan en la segunda pista para mayor realce y efectividad de los dos números.
Para no cansar al lector, no es necesario detallar el nombre de todos los artistas. Nombramos sólo, aparte de los números que ya han sido dichos, los más caracterizados del Festival. Son el de la contorsionista Fátima Zhors, una jovencísima artista con una elasticidad y una gracia realmente asombrosas; el del mímico escocés Don Saunders, con un humor de mucha finura; el de los ciclistas, extraordinarios en la vivacidad y en las evoluciones sobre altos monociclos; el del equilibrista King Everest, esquiador sobre las manos; el del augusto Popey, artista que se halla siempre en plena forma y que produce un arte jocoso de la mejor ley; y, finalmente, el de los Leotaris, con la novedad de los cuatro trapecios en vuelo simultáneo.
El programa cuenta aún con más alicientes, entre los que hay el de la suntuosidad de las presentaciones, la vistosidad de la instalación y la elegancia y el buen gusto de todas las partes. El programa va muy seguido, sin alteraciones de ritmo, con números aéreos, por ejemplo, mientras se desmontan las jaulas o se preparan las pistas. Se producen, además, las intervenciones de Canuto, intermediario. Milanés, augusto de “soirée”, Dibelmont el hombre-mono, y, como número fuerte, después del mixto de fieras y del desfile de toda la compañía la intervención de las Dagenham Pipers Girls con sus y sus danzas.
Al hacer la presentación del programa, don Arturo Castilla, pronunció unas breves palabras muy emotivas. Fueron para recordar que, después de muchos años, una silla estaba vacía. Era la que ocupaba siempre don Pedro Balañá, silla a la que Popey y su clown depositaron un ramo de flores en homenaje a quien fue popular figura del espectáculo barcelonés.
Jorge ELIAS
22-11-1965 EL MUNDO DEPORTIVO
El augusto POPEY
en el programa del
Circo Monumental
Alguien se permitió, sin pensarlo dos veces, una broma: la de asegurar que no nos gustaban los payasos. ¿Cómo es posible tamaño disparate? Con los payasos pasa como en todo: que nos gustan los buenos. Ahí está la prueba: conocemos las entradas de Popey de memoria; siempre con todo, nos producen risas y lo que es mejor: un inefable placer.
Hemos tenido que arremeter, desde luego, contra los payasos. Muchos que van incluso en circos de categoría echan cantidades descomunales de agua al vino. Algunos hacen más: que, poseyendo escasísimas dotes de intérpretes, se permiten la osadía del color subido, generalmente a través de un humor muy chabacano, o hacen lo que nunca debe tolerarse: llenar la entrada entera, del todo impropiamente, de chistes de uso doméstico.
Nada de todo ello se da en Popey, actualmente en el programa del Circo Monumental. Aun hablando, él no merece el calificativo de hablador sino que, según debe ser, se mantiene parodista o sea que desarrolla parodias caricaturescas de la vida humana; pretextos dialogados, desde luego, para el humor pero nunca una retahíla de chistes sin ilación entre si. Popey aún se permite menos las groserías y las indecencias sino que todo es limpio y amable, apto para todos los oídos.
Sus entradas son graciosas, llenas de las ocurrencias de la mejor ley. Pero ellas valen, al igual que en el teatro, para el intérprete de talento. Ya vamos aproximándonos al fondo del problema: todos los números de circo son, más que novedad, interpretación. Y ahí viene Popey componiendo su tipo de augusto: un personaje torpe, aparentemente estúpido, pero ingenuo y gracioso, con gracia lozana y del gusto mejor, no venida del papel representado sino de la sal y pimienta de la interpretación.
Popey, andaluz, no posee sólo el don verbal, la incisión humorística de los de su tierra sino que es actor de pies a cabeza. Fíjense si no en sus cambios constantes de expresión, ora risueño, de una inefable candidez, ora haciendo pucheros, herido en su ingenua dignidad; a veces el cuente y agudo; otras, aturrullado e infeliz. Pero su expresividad también está en el juego de los dedos y del gesto completo, en la forma de andar y en la de colocarse. Con su gracia natural Popey se aprovecha de los dones recibidos; pero también transforma totalmente una personalidad y convierte en resultado interpretativo lo que es puro esfuerzo de simulación.
Popey, este año, se atreve incluso con una novedad: la de suprimir la entrada musical. Prefiere romper moldes, olvidar el saxofón. El espectador sale ganando: una después de otra, presenta tres entradas o “scketches” y el apoteosis puramente de risas y no el de una canción o pasodoble.
Jorge ELIAS
22-11-1965 EL MUNDO
20-12-1965 EL MUNDO DEPORTIVO
EL HOMENAJE A LOS PAYASOS
en el recinto del Circo Atlas
Ido ya lejos de Cataluña el Circo Atlas, no pudiendo lo que se diga tomarse como propaganda, bueno será reseñar la función que se celebró en aquel circo, el pasado 25 de noviembre, en homenaje al artista viejo y, preferentemente, al payaso español.
El propósito fue sólo uno: posibilitar un hogar común para todos los artistas y hacerlo a través del Club de Payasos existente en Madrid. Los del circo, con la vida trashumante, se desconocen a menudo entre sí. Tienen que reunirse, en los breves descansos, todos; conocerse mutuamente los problemas; llegar a una meta suprema; la de ayudarse los unos a otros, la de fundirse en una sola hermandad.
En el Atlas, en la velada del homenaje, un llenazo. En las primeras filas — esta vez pagando todos — viejas glorias: Perezoff (85 años), Casimiro Jarque (84), el augusto Emilio Díaz, Ricardo Ott, Oliveras, hermanos Ferrer. Para las esposas respectivas, ramos de flores, ofrecidos por Tonetti. Para cada uno, el afecto y la emoción, expresados delicadisimamente, desde la pista, por el Director del Atlas.
Después de la función completa de la componía, un estupendisimo fin de fiesta: los acróbatas Herman's, el cantador de flamenco José Luis Campoy, los Moloney's con la contorsionista-muñeco salida de una cajita, los danzantes exóticos Cubaner's, la canzonetista Araceli Ponce, el cantador de flamenco Jesús Montilla, Alady y Mary Santpere, Gila. Pero, además, cuatro formaciones de payasos: Sala y Chele — con Chele, con la concertina, evocando la expresión llena de ternura de Grock —, los Alava — a cara limpia y desarrollando la entrada de los pajaritos —, los Martini — los tres felizmente reunidos otra vez y dando una pequeña muestra de su gran categoría — y los Méndez, veteranos y con oficio, con una persistencia admirable.
Tonetti, dando el tono justo a la solemnidad y obsequiando con la vieja joya, siempre de fulgores diamantinos, de su parodia de la sardinera. Ahí son nada sus facultades de intérprete. Después de su ofrecimiento del homenaje — ofrecimiento cordial y emotivo -, la faceta dura del parodista, ahora empleado en la caricatura estupendisima de una infeliz vendedora de pescado.
La nota más impresionante, dada por Popey. Después de su impulso de jalear a Alady, el hombretón que, obligado a salir a la pista, tiene la cara bañada por lágrimas y que no puede acertar a expresar su adhesión.
La función, terminada a más de las tres de la madrugada. Pero aún el último obsequio de Tonetti: la reunión de la multitud de amigos alrededor del bar del circo y las risas que no cesan hasta una hora después. Todo, con el objetivo logrado: el de contribuir a la hermandad entre los artistas a fin de que los problemas de cada uno — en activo o en el retiro— resulten comunes.
Jorge ELIAS
1er Trimestre de 1966
AU CIRQUE MONUMENTAL
Le Cirque Monumental, de Feijoo y Castilla, en concurrence avec l'Atlas, a fait une saison d'une durée peu courante: cinquante jours.
Le programme était excellent, avec Gruss, ses panthéres et ses chevaux, Roland Prin avec ses tigres, les perchistes Allarions et les funambules Claude Collins-Francine Pary: los Biabini, les cyclistes italiens: les Nicolodi, acrobates; les volants allemands Leotaris: la contorsionniste arabe Fatima Zora et l'auguste espagnol Popey.
Mais la grande vedette était évidentment Don Saunders, qui venait à Barcelone pour la première fois et qui a remporté un énorme succès. Don Saunders est un grand clown.
JORDI ELIAS
18-1-1967
TEMAS DE CIRCO
Festival del Circo
en el Teatro Balear de Palma de Mallorca
Durante las pasadas fiestas navideñas, la Empresa Feijoo – Castilla organizó un Festival del Circo en el Teatro Balear de Palma de Mallorca. Al igual que todas las programaciones de tal empresa el espectáculo fue de mucho interés y los llenos continuos.
En el programa había: los Calbros, acróbatas en la mesa; Ione, Flórica y Lisa Miletti, equilibristas sobre bolas; los Rosatre, en la cama elástica y en el número de los cocodrilos; miss Aline, contorsionista; las focas de Vivi Smith; “cowgirl” Eva Miller; los Cheng der Dsal en sus juegos chinos; los Larible en tres números: patines, malabares y equilibrios en el trapecio; los Collins, funámbulos, y Pery y Popey, clownes.
Hace años ausentes de España, los Larible fueron vistos de nuevo con sumo agrado. En el trapecio, sus equilibrios de cabeza en vuelo, resultan siempre de gran interés. Buena noticia: los Larible quedarán en España el próximo año: actuarán en el Circo Atlas.
También los comparecieron del todo. Según sucede en todas partes, en Mallorca gustó mucho su arrojo alegre, su dinamismo, y la novedad de los bailes frenéticos sobre el cable. También puede ser dado un avance de los que va a suceder. Los Collins bebieron a no dudar, agua de Canaletas. Harán la próxima temporada así por Cataluña. La apostilla resulta lícita: “Y lo que te rondaré, morena”.
Popey ha recuperado a su antiguo clown, Pery. Con Pery tuvo siempre Popey sus actuaciones más brillantes. Veremos si de vuelta de tantos cambios, dura ahora la vieja pareja renacida. Pery saber dar a la misión del clown empaque y señorío. Al lado de Pery, Popey se ha movido siempre con la mayor seguridad. Vale la pena alentar a la nueva formación.
Conviene hacer un último comentario. Será sobre la vitalidad del circo en España. Desde hace algunos años, el circo está pasando, por Europa entera, una crisis. En Francia, lo mismo, las dificultades son muchas; las asistencias, escasas. En España sucede lo contrario. La inmortalidad del circo se halla en plena vigencia. También aquí llegaron las competencias muy peligrosas, desvíos del gusto de determinados públicos y temporadas a veces azarosas. Pero Castilla – Feijoo y otros, lejos de querer ignorar los problemas saben poner remedio adecuado, y el remedio gira siempre alrededor de una base: programas divertidos y de calidad cierta.
Jorge ELIAS
18-1-1967 EL MUNDO
22-10-1967
Presentación del Circo Monumental con
el Festival Mundial del Circo 1967
Una vez más, llegado octubre – un octubre que esta vez casi resulta veraniego -, los señores Feijoo y Castilla han rendido visita al público de Barcelona. Es la cita anual de un espectáculo que lejos de poder quedar confundido con ningún otro, forma ya parte casi propia de un ciclo de actividades barcelonesas. No importa que la espera – de todo lo que va de año – haya tenido que ser larga. Los barceloneses sabían que la llegada del Monumental no podía fallar y que con una nueva edición del Festival Mundial del Circo vendría la calidad excelsa de un programa, un bien gusto definitivo, una presentación exquisita y una vistosidad y alegría que, aún moviéndose el programa por los cauces eternos del circo dan una nueva versión, siempre sorprendente, de todas las bondades, lo que constituye uno de los máximos alicientes del festival.
Razones de espacio exigen la concreción y la anotación breve. Seamos pues fieles a la exigencia.
La orquesta, dirigido por un músico audaz y brioso: Joe Griffol. En la locución, miss Laura, dueña del gesto y de todos los recursos vocales. Ya como número, uno de leones introductorio, un número muy bien vendido, y los ejemplares, bellísimos, de gran tamaño y negra crin. Creador de un clima de la máxima espectacularidad, el desfile de la compañía entera, seguido ya del programa sin interrupción ninguna: King Everest con sus esquís, Kioto con sus platos rodadores sobre la mesa. Eva Miller con ejercicios de puntería, los cinco pequeños osos de Karl Antoine, Joe Kay con su caja de las sorpresas y uno de los números cumbre: el de Carmen del Teide, trapecista en equilibrios, con sus vuelos circulares y de cara y el sensacional giratorio de cabeza.
Siguen los Kovacs en la cama elástica, Pery y Popey en el número de los clownes, los icarios Ríos, los trapecistas volantes Cardona con el doble mortal y doble pirueta fabulosa al salir de las manos del portor.
El programa podía haber terminado hace rato pero siguen los números de calidad primerísima: el de los Picard, acróbatas a caballo, el de los Tcheng der Tsai de juegos chinos, con la suspensión de una muchacha por la trenza, y la atracción suprema del programa entero; Jhon Taylor, el espeluznante, disparado desde un cañón y con vuelo por toda la longitud del circo.
Va sin decir que en la función del debut, celebrada el pasado viernes, hubo un lleno completo. Visto el entusiasmo suscitado en el público resulta fácil: los llenos serán en la plaza de toros Monumental, continuos, y ninguno equivocará el camino; la visita anual de los señores Feijoo y Castilla tendrá una plena correspondencia entre los barceloneses.
Jorge ELIAS
3-11-1967 EL MUNDO DEPORTIVO
EL CIRCO ACTUALIZADO
PERY Y POPEY, CLOWNS
en el programa del Circo Monumental
Cuando entró en el circo por la puerta grande, el augusto Popey dispuso de un clown o enharinado de empuje: Pery. La pareja duró muchos años. Popey se emparejó después con otros cara blanca. Ahora han vuelto a reunirse: de nuevo, Pery con Popey.
Pery es el llevador más adecuado para Popey. Empleado en un juego sutil de la mejor calidad. Popey exige un complemento de sutilezas. Ahora lo encuentra en su antiguo compañero. Pery conoce, muy a fondo, el oficio. Sabe imponerse, según convenga, o disimularse. Popey va siempre seguro. Queda bien llevado, bien empujado, bien subrayado.
Popey ha definido con mucha precisión su personalidad artística. Agudo y lúcido en privado, según corresponde a un buen andaluz, en la pista compone un tipo ingenuo y torpe, con salidas infantiles e inocentes. Ya puede irle el de las lentejuelas con monsergas. El palurdo se salva de todas las trampas, resuelve las situaciones con salidas cómicas y disparatadas.
Popey es actor de pies a cabeza. No confía sólo en lo que diga. Resulta intérprete excelente por la forma de andar, por la de mover las manos, por el gesto de la boca, por la manera de mirar. El no va al viejo estilo de la grandilocuencia. Se queda en lo mejor, lo que también es difícil: el ínfimo matiz, el detalle casi inadvertido, poco suculento.
El augusto Popey llegó a la interpretación dejando atrás, la hojarasca de todas las retóricas. El atacó directamente a la síntesis, despojando su trabajo de todo lo inútil. No le interesaba lo superfluo, lo que no tuviese calidad. Perseguía lo esencial, la desnudez del arte más puro. Según el lenguaje del circo, Popey es un augusto fino. Puede decirse mucho más: un artista de la escuela inmortal, la de los grandes. Ya lo demostró sobradamente: puesto en los más grandes aprietos, Popey se ha salido siempre con la suya. Sus imitaciones paródicas –del mismo Charlot, por ejemplo- han sido antológicas.
Ahora se empeña en interpretaciones de menor empeño: la de un narrador de episodios de los Juegos Olímpicos o de un inocente que, colocado en un embrollo dialéctico, está a punto de perder una apuesta. Pero el juego es el mismo: de la mayor exigencia, de igual preocupación, de semejantes resultados. Popey no conoce el desánimo, el enfriamiento ante un repertorio menor. Da siempre lo mejor de sí, y lo mejor resulta excelente. Pero los que buscan el peso verdadero, el de Popey es ahora, al igual que en todas las ocasiones, del todo convincente.
Eso convenía: que el augusto se supiera secundado por un buen clown. Pero atiende a todas las exigencias. Actor completo, dominador absoluto de la pista, el cara blanca actual de Popey completa adecuadísimamente la pareja. El juego de Pery es también sutil, igualmente inclinado hacia las pequeñas cosas. Ya no hay más que buscar. Al igual que en un matrimonio feliz, los dos de han encontrado, han vuelto a encontrarse recíprocamente.
Jorge ELIAS
3-11-1967 EL MUNDO DEPORTIVO
18-10-1970 DIARIO DE BARCELONA
LOS MARTINI, DE REGRESO
Los payasos catalanes han llegado ya de Noruega, en donde han hecho, con el Circo Berny, la temporada.
- ¿Qué tal ese verano? - les hemos preguntado.
- Hemos pasado mucho frío - cuentan -. Vea: teníamos que encender la estufa todas las noches; eso a pesar de encontramos en pleno agosto.
- ¿Frío también el público?
- El noruego es un público desconcertante. Parece frío pero no pasan de ser todos unos tímidos. Lo están pasando en grande y tienen vergüenza de reír. Si no les toca más remedio que soltar la carcajada lo hacen agachando la cabeza, deseosos de pasar inadvertidos. A ellos cuaja la definición de Popey, aplicada a otros: son unos críos. Yo añadiría más: que se trata de unos buenazos.
- ¿Gustó el humor español?
- Parece que sí y precisamente por el contraste de temperamentos. Aparecimos a menudo en la primera página de los periódicos y uno publicó en grandes titulares: 'Los clownes del Berny se llevaron el primer premio".
- ¿Los periódicos se interesan mucho por el circo, en Noruega?
- Enormemente. Incluso publicaron una fotografía del hijo de Loren nacido en Trondheim. Al saber que su hijo acababa de nacer, Loren no pudo esperar y fue al hospital con la cara pintada y vestido de augusto. Así salió fotografiado en pleno hospital, con el pequeño Sergio en brazos y teniendo cerca a su esposa Esther Micheletty.
- ¿Mucho viaje?
- No paramos un solo día. En cinco meses actuamos exactamente en cien poblaciones diferentes. ¡Imagínese la cantidad de quilómetros recorridos! Lo raro era parar más de un día en una ciudad.
- Y vuelta a tomar el coche y el remolque.
- Nos tocó muy a menudo desplazarnos a las islas. ¡Cuántos viajes por mar tuvimos que hacer! Lo que lamentábamos es que los recorridos fueran tan breves. ¡Qué belleza la del paisaje noruego!
- ¿Se despachó bien Carlo con el noruego?
- A las mil maravillas. Ahora ya se atreve con cualquier lengua. Sólo le falta buscar la traducción de lo que dice al ruso. Pero ello será coser y cantar. Después de la prueba del noruego, ninguna lengua la aparece como enrevesada.
Jorge Elias
27-5-1971 DIARIO DE BARCELONA
LAS LAGRIMAS DE CHAPLIN
Una excelente crónica, mandada desde Cannes por Juan Bellveser y publicada hace pocos días en estas páginas, incluyó unas anécdotas de actualidad de Charlie Chaplin, según la cuales el viejo artista vertió unas lágrimas, lágrimas que serían según el corresponsal, de felicidad.
El cronista, muy agudo, aludió a la timidez de Chaplin, de quien dijo "que ganó sus primeros peniques haciendo payasadas en la calle".
Estas son dos circunstancias que van siempre ligadas: timidez y payasadas. Ya puede un augusto, es decir un actor grotesco aparentar desvergüenza. El cómico, de circo o no, es casi siempre un tímido, y Charlot, procedente del circo - del circo en una de sus formas más elementales-, no puede constituir excepción.
Celito Rivel, un gracioso permanente, era un tímido. Su hermano Charlie también lo es. Roberto Font, otro qué tal ¿Qué no diremos de Popey, andaluz y dicharachero, un auténtico pedazo de pan? ¿Constituirá Tonetti un caso aparte? No. Todos tienen, como característica más destacada, la de la timidez. Dejemos que se muestren disparatados, desvergonzados. Lo hacen para vencerse a sí mismos, para vencer a la propia timidez. Y más llevan la broma a la sublimidad más absurda, cuanto más dolorosa, más obsesiva, es la timidez respectiva.
¿Qué es eso del payaso amargado, del payaso triste, del payaso trágico? Dicho así, todo resulta falso. El payaso es, ante todo, tímido; un sentimental, desde luego. Pero es la timidez lo que le da eficacia cómica. La nariz postiza y la pintura en la cara ya se convierten en una coraza, detrás de la cual queda escondida - y defendida- la timidez.
En su número - evidentemente, de augusto -, Roberto Font aparecía en escena dando trompicones. Y explicaba: "Estoy aquí porque me han empujado. Yo no soy del oficio. No sé hacer nada". El empujón había sido muchas veces real, y se lo había dado su esposa. Instalado entre bastidores Roberto Font se negaba en redondo a salir. A pesar de presentar todos los días el mismo número de su repertorio, alegaba que no sabía cómo componérselas para cumplir con su compromiso. Y no tocaba otro remedio a la buena señora que acudir, ya inútiles las buenas palabras, a las soluciones heroicas. Así instalaba a su esposo, de un empujón en la mitad del escenario, con lo que el embarazo del artista era prácticamente auténtico.
¿Charlot, un tímido? No es necesario haberle conocido para tener la seguridad de ello: bastan las fotografías. Pero la timidez, además, se le supone: timidez por origen modesto, por su condición de apátrida, por la misma condición de judío. Todo quedó transformado en comicidad. Charlie Chaplin podía, sin embargo, sufrir modificación. El era -es- incorregible, un tímido y, en su caso - y en el de tantos otros- se trate de genios o no -, Chaplin es un hombre de sentimiento o, sin intención peyorativa, un sentimental. Pero domina otra característica: la de la timidez.
Jorge Elias
1-10-1971 DIARIO DE BARCELONA
EL AUGUSTO POPEY, CON PERY
Al comentar el programa del Festival de Circo que está teniendo lugar en Las Arenas, ningún cronista se refirió a la pareja de payasos Pery y Popey. La razón es fácil. Pery y Popey no actuaron en la función de debut. Sólo aparecen en ocasión de las “matinées”, cuando las hay, o sea las funciones de primera hora de la tarde dedicadas especialmente a los niños. El programa ya es, sin ellos, suficientemente largo y los números cómicos son abundantes.
Es lástima que el obsequio de Popey solo vaya dedicado a los niños. Popey tiene una categoría inmensa. ¿Es que los niños llegan a captar todas las finuras del gran mímico andaluz?
La entrada con Pery es breve: además, sencilla. Pero a Popey le basta cualquier cometido para repetir sus actuaciones antológicas. Todo en él son primores: la forma de andar, la de mover el cuerpo, el gesto de las manos, la mímica. Habrá bastante con observar el rictus de la boca, el rictus del bobalicón absoluto pero con salidas espléndidas y, en definitiva, simpatiquísimas.
Como quien no hace nada, Popey imitaba, años atrás, a Charlot. El físico no le acompaña: Charlot es demasiado enclenque, demasiado pequeño. Pero Popey daba de él una versión justísima, absolutamente inolvidable. Ahí hacía demostración a fondo de su talento. De la mano de Popey, Charlot aparecía en la pista de circo en su dimensión total, con todos los tics, con todos los detalles geniales.
Con menos posibilidades, otros clownes españoles han ido al extranjero. Popey es inexportable. Su forma andaluza de hablar puramente dialectal, no puede quedar trasladada a ninguna lengua extranjera. Popey resulta aquí, además, indispensable. ¿Cómo harían las organizaciones de los señores Feijoo y Castilla sin Popey? A Popey no le damos el valor que tiene por sernos demasiado familiar. Pero el bueno de Pepe Carrasco es un mímico de primer orden. Ya podemos compararlo con las figuras extranjeras de más relumbrón.. Popey destacará siempre por su lozanía, por su gracia auténtica, por sus dotes fabulosas auténticas.
Resulta imposible imaginar a Popey en un escenario, ingresado en las variedades. Popey no es un humorista. Lo suyo son los zapatones, la peluca y la nariz roja. Necesita, además, de un buen valedor a su lado, o sea a Pery, siempre al acecho, lanzador oportuno del augusto. Popey precisa de la pista redonda y del espacio a su alrededor. ¿De donde sacaría un repertorio para el teatro? El circo español no podría aceptar el empobrecimiento que le vendría con la huida de Popey ¿Es que estamos sobrados de artistas de talento?
Ya hacen bien los padres al llevar a los niños a las “matinées”. Los de pocos años sólo cogerán la línea más externa del trabajo de Popey. Pero los de mayor edad se reirán a mandíbula batiente en cuanto más aguda sea su percepción y más hayan cultivado las delicadezas del gusto. Jordi Elias
22-10-1971 DIARIO DE BARCELONA
OSCARS EN EL FESTIVAL DE CIRCO
El pasado viernes, en función de noche, hubo, en la plaza de toros de Las Arenas fiesta grande. La función ya contó, aún no necesitándolo, con un buen refuerzo: el de Pery y Popey en su entrada, ya no infantil, de clownes. Pero el "clou" fue otro: la entrega de los trofeos y Oscars.
Había, entre el público, espectadores inusitados: la Junta del Real Círculo Artístico, representantes de la Casa de la Ciudad, el presidente de la Cabalgata de la Merced, delegados de la radio; y, en cuanto al aforo, un lleno completo; uno más.
Una vez terminada la función y con toda la compañía en la pista, el vizconde de Güell hizo entrega a Mary Santpere, previas unas palabras, de una placa ofrecida por el Círculo Artístico, en testimonio de afecto y admiración», según dijo. A su vez, y en nombre de Radio Nacional de España el representante del Ayuntamiento de nuestra ciudad también obsequió a Mary, reina de la cabalgata, con una copa.
Aún ataviada de augusto, Mary tomó el micrófono para dar las gracias. Va sin decir, colmó a todos de gentilezas. Llegó a dirigirse a la compañía para agradecer públicamente que, procedente ella del teatro, la hubiesen aceptado -con tanta cordialidad- en la familia circense. Ya se adivina: todos la aplaudieron entusiásticamente. Sólo faltaba que nos enteráramos de que aquel mismo día había sido, por vez primera, abuela. El circo entero se volcó en una ovación.
El vizconde de Güell entregó a Arturo Castilla la medalla de oro del Circulo Artístico, "por su repetida colaboración" según dijo, "a la celebración popular de la fiesta mayor barcelonesa". Las muchachas que participaron en la cabalgata - las Elver, una de las Erlixton y una de las Marilies - recibieron a su vez un trofeo de Comercial Pegaso.
Mary Santpere se encargó de hacer entrega de los Oscars, los cuales quedaron adjudicados al riesgo y a la comicidad, representados por Karinda, el funámbulo, a la originalidad, lograda por los Marilíes en su doble trapecio, y al valor, manifestado por el domador Paul Noel. Karinda, tímido pero agudo y en buen castellano, manifestó su satisfacción por haber podido actuar en España y, si abandonó por una vez la comicidad no se mostró remiso en cuanto a simpatía.
Casi todo había terminado. Pero Mary aún acreditó su estupendísimo corazón. Llamó a su lado a Pery, a Popey y a los Di Lellos para compartir con ellos los últimos aplausos. "Sin los clownes, el circo no es nada" según dijo, y aún no quiso olvidarse de Enrique Wernoff, el director de pista, tan eficaz siempre en su cometido de complementar especialmente a los números cómicos.
Jordi Elias
2-5-1972 DIARIO DE BARCELONA
EL CIRCO, EN UNA CONFERENCIA
El cronista escogió una manera singular de celebrar la pasada fiesta del libro, y su decisión – y su oportunidad -, fue la de asistir a una conferencia sobre el tema del circo, conferencia que tuvo lugar, por la mañana del día de San Jorge, en una pequeña población de nuestro Vallés Oriental.
El conferenciante hizo de inmediato el distingo: al lado del repudio por el tipo de espectáculo más comúnmente presentado, su complacencia total por el mundo y la circunstancia circenses. Declaró que todos quieren atisbar en la intimidad del mundo del circo y, si lo consiguen, el resultado es siempre el del descubrimiento de unas realidades fascinantes.
¿Qué será lo que, en última instancia, caracterice al circo? El conferenciante no dudó al dar la respuesta. Lo que más peculiarmente define a las gentes del circo es aquello que ahora tiene prestigio escaso: la bondad.
Saltaron enseguida anécdotas ilustrativas: una de ellas, referida a Pinito del Oro, y situada en tiempos de su primera llegada a Barcelona efectuada en el año 1956. También otra trapecista, Mara, fue objeto de la atención del orador, y la anécdota se refirió a la muñeca no tenida nunca y aún tenida de menos por quién cosechó también en los EE.UU. fama y aplausos.
Los payasos forman, dentro del mundo del circo, un mundo aparte. Acostumbran a poseer una gran timidez, según apuntó quien estaba haciendo uso de la palabra y, en todo caso, existe siempre una gran delicadeza de sentimientos y, al fin y al cabo, un infantilismo indudable. Apareció de inmediato una anécdota con Charlie Rivel de protagonista, el famoso augusto, con su verborrea inextinguible, feliz por el ambiente cordial hallado una vez e impensadamente, en un estanco.
Otro artista que resultó útil para ilustrar los conceptos del conferenciante es Popey, el exquisito augusto andaluz. Para el bueno de Pepe Carrasco, el público es, en según que casos, una fiera, la cual se convierte, sin embargo, de inmediato, en un jardin de flores, según el comentario agudísimo hecho una vez por el augusto. De acuerdo con otra anécdota evocada, Popey, al oír una conversación en inglés, opinó que su amigo hablaba como los pajaritos.
El conferenciante se refirió luego a las fieras y afirmó que las más temibles son los felinos y, aún peor que ellos, los osos, con los blancos o polares como los de peor calaña. Todas las fieras tienen, con todo, capacidad de reflexión y, aún más, de agradecimiento. Los conceptos fueron ilustrados con el caso de una osa blanca que, en lugar de matar a su hijo recién nacido, según todas al hallarse en cautividad, hizo el obsequio del pequeñuelo a dos domadoras escandinavas en testimonio de afecto y de correspondencia a las delicadezas.
La hora avanzada obligó al conferenciante a dar la charla por terminada, lo que tuvo lugar después de la proyección de una colección de diapositivas, y todos habían logrado, no sin una viva complacencia, lo que tanto atrae: dar un pequeño vistazo al mundo realmente maravilloso del circo.
Jordi Elias
14 Octubre 2003
El Fons Elias
La Biblioteca Nou Barris rep una important donació per al seu fons de circ
Jordi Elias i Campins va néixer a
Barcelona l'any 1912. Fou escriptor,
especialitzat en circ. La seva afecció al
circ li venia del seu pare, el qual preferia
mil vegades una actuació de circ, que
anar al cinema o al teatre. I va ser al Circ
Olímpia que, de ben petit, va descobrir el
fascinant món del circ i en va fer un refe-
rent en la seva vida.
Per tal de documentar-se per elaborar
els seus articles, s'havia incorporat a
diversos circs ambulants, per la qual
cosa va tenir relació amb grans artistes
de circ com Rogelio, Polo i René Rivels,
Popey, els germans Tonetti, Pinito del
Oro, Troupe Arata, Trío Helios, el clown
Beby, Duo Farias, el faquir Sager,
Hermanos Martini, Kaniska, Los Apollo,
Los Álava, entre molts d'altres.
De l'any 1956 al 1962 va editar la revista
Circo, en la qual, entre molts col.labora-
dors, també hi tenien una columna
("Cinco hermanos van al circo") els
seus fills, fent la crítica de la darrera
actuació de circ que havien vist. Aquesta
publicació, segons Elias, era l'única al
món que es publicava mensualment.
També va col•laborar a la Hoja del Lunes,
així com també havia escrit algun article
per la revista Destino, La Veu de
Catalunya, La Vanguardia i El Mundo
Deportivo. És autor d'obres de temàtica
diversa com: Gaudí, assaig biogràfic
(1961), Diàlogos en el circo (1962), Deu
anys de circ (1964), Historietes ximples
(1965), Viatge per la costa catalana
(1966) i Pobles, viles i ciutats: Altafulla,
Balaguer, Malgrat, Tàrrega (1966).
Al llarg de la seva vida, va anar formant
una gran col•lecció de fotografies, llibres,
retalls de premsa, cartes, postals i altres
documents relacionats amb el circ, que
han estat donats a la biblioteca Nou
Barris pels seus hereus, per tal que es
conservi i es posi a l'abast dels investi-
gadors, estudiants i usuaris en general.
Entre aquest fons, hi ha un manuscrit
inèdit que porta per nom La capsa de les
sorpreses, on explica totes les vicissi-
tuds que va viure, al llarg dels anys,
immers en el món del circ i, com he dit al
principi, acompanyant artistes i compan-
yies per diferents llocs del país.
La biblioteca Nou Barris està molt agraï-
da d'aquest gest, tan generós, fet pel
seu fill Joaquim, en nom dels seus ger-
mans i familiars. En aquests moments,
després de revisar tots els documents,
s'està processant el fons per tal de
posar-lo disponible i fer-ne la màxima
difusió.
Estem segurs que aquest fons, per la
seva condició de documents únics, com
ho són els manuscrits i les fotografies, o
bé exhaurits com és el cas dels llibres,
atraurà molts investigadors, historiadors,
alumnes i usuaris interessats en aquest art.
divendres, 20 de gener del 2012
MARIE-REME RICO, ESPOSA DEL POPEY, HISTÒRIA SENTIMENTAL A TÍTOL PÒSTUM
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